Los retos en la repostería son tan apetecibles como en el resto de actividades que desarrollamos. Voluntad, esfuerzo y cariño, con buenas dosis de humor. Si las cosas salen bien, celebramos el éxito, si salen mal volveremos a intentarlo con redobladas fuerzas. La fusión de música y repostería vino por el encargo de un compañero muy rockero al que accedí sin remilgos, puesto que suponía afrontar algo novedoso. Y manos a la obra, apoyada por la buena mano de Alberto con los lápices me propuse entregar algo que provocase aceptación. El resultado me llenó de satisfacción y por ello me atrevo a mostrároslo. Espero que os gusten. Copia del original.
Aforismos. Cualquier
tiempo pasado fue mejor. Que se lo pregunten a nuestros padres. Me
desayuno con noticias que atentan contra la moral, la ética, las
buenas costumbres, el civismo y todo aquello que queráis incluir en
la nómina. Las noticias, los informativos, las proclamas, nos
muestran una lista interminable de predicadores encorsetados que impunemente nos imponen su voluntad revestida de abalorios que
intentan confundirnos. Levantar una piedra y que salgan gilipollas a
mansalva con doctrinas que atemperen al rebaño es todo uno. Y una
está hasta los pelos de que le intenten tomar el idem. ¡Ya está
bien! El poder, ay el poder, ese gran aliado de la justicia que
somete nuestra libertad con falsas ideologías y que no hace sino
cercar el grupo tras uniformes y represión. A veces por la fuerza, a
veces por la intransigencia. Ya perdonaréis, pero es que no se puede
aguantar que el dinero se crea dueño del intelecto, que se apodere
de la razón e intente encaminar nuestros pasos hacia el desorden y
la autodestrucción. Ya otros lo intentaron en aras de dominar el
mundo; y ahora, revestidos de muselinas y corbatas, tras pedestales y
micrófonos persiguen fines semejantes, sin que les melle el dolor,
la insolidaridad ni el perdón. Bolsillos llenos, puestos vitalicios,
transigencia legal; todas las armas son útiles para oprimir a las
masas. Démosles deporte, debates del corazón y entretenimientos
varios, y sometamos su devenir a un callejón sin salida antes que
soltar un ápice de dominio. Y el camino lo trazan ellos, con sus
estrictas reglas. ¡Ya está bien, señores!
Bien. Tras esta reflexión
de currito sometida a los designios de los indeseables parásitos que
dirigen nuestra vida laboral, social y económica bajo a la tierra, decido descender al mundo de la gente corriente, la que se protege,
se ama, se quiere, se ayuda; la que en verdad se esfuerza sin
pestañear por un bienestar a punto de ser arrebatado. Y retrocedo en
mi máquina del tiempo, ayudada por la mano invisible de Margot.
Solidarias en la aventura, compañeras en el misterio que se cierne
sobre Victoria; una vez más tiende el puente de la comunicación en
las palabras de Suri, en sus añorados recuerdos, para descubrir, de
su mano, cómo fueron y cuál fue su devenir en la mitad de un siglo
en el recuerdo.
Entrevistador: El paseo
por Nove Mesto nos ha sentado bien. Después de la experiencia de
Lídice, veo a Suri mucho más jovial. Paseamos por los senderos
umbríos, entre los estanques y las piscinas del jardín Botánico.
Se detiene de cuando en cuando para admirar los rododendros, los
lirios de agua y un sinfín de plantas tropicales. Ha recuperado su
esencia, incluso esboza una sonrisa bajo los labios carmesí echando
la memoria hacia el pasado. Ante mi confusión y ocupando un banco
del parque me explica qué la hace sonreír.
Suri: Mientras el
frente se desplazaba a las estepas rusas y los buques de guerra se
hostigaban en el Canal de la Mancha, la vida discurría plácida en
las calles londinenses. Intentábamos llevar una existencia si bien
involucrada en los quehaceres propios de la contienda, no por ello
ajena a los pequeños placeres que nos rodeaban. Unos días
asistíamos a algún estreno en los cines del Soho suspirando por
parecernos a Ingrid Bergman y padecer un amor imposible en un mágico
lugar de África. Otros merendábamos tumbados en el césped de Hyde
Park acariciados por una suave brisa que hacía más llevaderos los
rigores del verano. La placidez se había instalado. Y en una de
esas, sacando fuerzas de flaqueza, Julen me confesó que se había
enamorado. Me entró una risa irrefrenable que le encolerizó.
Intenté sosegarme y le pregunté quién era la afortunada. No tuvo
el valor de confesármelo en ese momento, sino que desviando la
mirada me inquirió cómo sabía uno si estaba enamorado de verdad.
La primera noche que me quedé en casa de Victoria intenté
solucionar su dilema, aunque creo que lo sumergí en un mar de
confusión mayor del precedente.
Mi querido Julen. Me
preguntas cómo sabe uno si está enamorado; y no puedo contestarte
con certeza. Desde que tengo uso de razón que sólo siento odio y
gratitud a partes iguales. Odio hacia quienes cercenaron mi vida
arrancándome del seno de mi familia; y gratitud hacia quienes me
acogieron con entusiasmo y devoción. Si me preguntas por el cariño
puedo asegurarte que lo siento en cada poro de mi piel. Hacia ti
mismo, que te has convertido en el hermano que nunca tendré; hacia
María del Carmen, la pequeña que me ha robado el alma; hacia
Victoria en quien busco un modelo a seguir. Y por supuesto, hacia
Annie, sin cuyo esfuerzo y amor jamás hubiese acabado a vuestro
lado. Sin embargo, quieres saber del amor, y a mis tiernos años no
puedo hablarte sino de mariposas en el estómago, de piel erizada y
mejillas coloradas. También yo he pensado en él en ocasiones,
cuando se me vence la mirada ante un joven que me observa, cuando
siento el leve roce de unos dedos sobre mi piel desnuda. Creo
entender que se trata de esa fuerza que te arrastra aunque intentes
resistir, que somete tu voluntad ante la negación, que te provoca y
que te excita. Pero, ¿quién soy yo para hablar de amor? Veo a
Victoria, inasequible al desaliento pese a la ausencia de Andrew,
contemplando una gastada fotografía en sepia que envejece en su
mesilla de noche. La veo embobada y taciturna, a veces llorosa y
otras jubilosa; y creo que en su interior late esa candela
incombustible que llaman amor. También en Andrew, en sus cortas
correrías; arrastrando insospechados peligros para pasar un
minúsculo instante con su amada. Me hablas de amor y no sé cómo se
manifiesta. Lo sentí sin dudar hacia mis padres, cuyos rostros se
difuminan en mi memoria aunque pugne por evitarlo. Él te encontrará,
no lo dudes, te asaltará cuando menos lo sospeches y será cruel y
dulce a la vez, pletórico y vacío, te arrancará el corazón y te
lo amansará hasta caer rendido a sus pies. No te resistas, todo es
en vano. Siempre triunfa y cuán bello nos parece todo. No habrá
guerra ni lucha que se le oponga; el hambre y la soledad se perderán
en el limbo del tiempo; el dolor y las heridas se cerrarán
otorgándote vigor y sabiduría. Pero no te engañes, es voluble como
una prostituta, con la misma energía te aferra y te rechaza, e
muerde o te besa. En ocasiones se instala para quedarse, pero en
otras te abandona sin remedio. Renacerá, como las flores cada
primavera, retornará.
Entrevistador:
Por un momento se calla, alza la mirada a las frondosas copas de los
árboles cuyas hojas cimbrean bajo la luz del sol, se vuelve hacia
mi y me comenta:
Suri: Y me quedé tan
confundida después de haberle largado tal cantidad de exteriotipos,
como él mismo. No he entendido nada- me dijo. Pero ¿qué es el
amor? Pregúntale a Victoria, le dije; y ambos nos echamos a reír.
Entrevistador:
Estamos cerca del hotel y quiere que la deje para el almuerzo y un
pequeño receso en la habitación. Se fatiga con facilidad. No
desdeño el tiempo que me concede y me precipito a la emisora para
dejar constancia de sus palabras. Sin lugar a dudas, reflexiones
manidas, tópicos que se repiten desde la cuna de los tiempos, pero
así mismo absolutas certezas que tendemos a olvidar inmersos en la
monotonía de una existencia sin sobresaltos. Cuando vuelvo la mirada
hacia las calles destrozadas, las casas derruidas y las vidas
alteradas de los habitantes de la vieja Europa en los años de la
Segunda Guerra, tiendo a olvidar que al igual que lucharon,
sufrieron, trabajaron sin denuedo, también amaron, por encima del
dolor y de la crisis, sobre el egoísmo y el odio, ante la ambición y
el fanatismo. Y de qué otro modo se pudo sobreponer el hombre a
tanta desidia.
Volveré
a buscarla a la tarde, cuando el sol decline en las aguas del
Moldava, cruzaré el puente ante la mirada de las inmóviles
estatuas, y en sus arcadas, como cada tarde, las sombras de unirán
en besos clandestinos ante el río, testigo mudo de su dicha.
Quisiera saber a quién amaste tú, Suri; espero convencerte para que
al fin lo digas.
He
tenido que llamar a Carlota para contarle lo dichosa que me he
sentido con las palabras de Suri, cómo han sido capaces de elevar mi
espíritu decaído de hacerme sonreír a pesar de los tiempos. También
a Margot, que se ha congratulado con su éxito y que se afana en
seguir obteniendo réditos a sus desvelos. A ambas, gracias, por
acompañarme en este viaje sin retorno más allá de la frontera que
separa el tiempo y el espacio. Una y mil veces, gracias.
Me dejas sin palabras! Sabía que tus galletas son especiales, pero te has superado una vez mas. No es que me encanten, me chiflan y me rechiflan! Enhorabuena Angeles, eres grande! Un beso :)
ResponderEliminarMe has dejado sin palabras. Son fantáaaaaaaaaasticas y seguro que están buenísimas, aunque de penita comérselas.
ResponderEliminarUn beso
Vir
Te han quedado impresionantes, super bonitas.
ResponderEliminarVaya mano!
Como siempre, el relato precioso...
ResponderEliminarY las galletas, originales y vistosas.
Besitos.
Adorei a postagem... Sem falar no biscoito que ficou Incrível!!!
ResponderEliminarBeijos Márcia (Rio de Janeiro - Brasil)
http://decolherpracolher.blogspot.com
Waooo menudas galletas tan bonitas, ¡me encantan!, las veo preciosas, Un besito
ResponderEliminaroh dios mio!! qué monada!!
ResponderEliminarxx
http://norwegianwood8.blogspot.com.es/
Seguro que tu amigo rockero ha quedado encantado. Las galletas son una pasada. Tienes una mano increíble.
ResponderEliminarSuri, encantadora como siempre. Preciosas sus palabras y sabias sus reflexiones.
Bss.
Te han quedado geniales. Menuda artista¡ Enhorabuena.
ResponderEliminarBesos
Aiiiii Dios mío!! Porque seré tan "patata" haciendo estas cosas!!! Las haría encantada para mi marido que toca la guitarra y el bajo, pero no tengo tu "arte" guapísima!!! Besos y feliz semana!
ResponderEliminarGuauuu que obras artististicas!!
ResponderEliminarActualidad, historia y arte!! Que trilogia! Felicidades a los autores!
Si se postula de candidato, ya tiene un voto asegurado, voy a desempolvar mi pasaporte Español .
Uf! Que reto tienen para la proxima cita!
Los espero!!!!!!
Cariños
Desde luego que la respostería contigo es un reto. Hoy vengo preparada con un donuts de chocolate, primero porque no sabía con qué postre nos ibas a deleitar y así no pasar hambre, jajaja y segundo preparada para la lectura. Besoooos
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